Ecos de Varela – (abril 2025)

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por el Padre Fidel Rodríguez

En este año 2025, celebramos el Doscientos Aniversario del inicio del ministerio pastoral del
Padre Varela en la diócesis de Nueva York. Luego de fallecer el 5 de febrero de 1825 el Obispo
Connolly, el Padre John Power, Vicario General de esa diócesis, abrumado por el incesante
incremento de los católicos en esa ciudad, por las oleadas de inmigrantes europeos que llegaban
a los Estados Unidos, decidió recibir al sacerdote Cubano, para que lo auxiliara en la iglesia de
Saint Peter, cuya feligresía crecía por días. Para ello estableció una misión parroquial en el
sótano de la misma igle-sia, donde comenzó a celebrar los servicios litúrgicos a una feligresía
compuesta por alemanes, suizos, italianos, franceses, hispanos y muchos irlandeses, a los que
servía en latín y predicaba en sus idiomas propios. Benditos aquellos que conocieron la
ilustración y piedad de nuestro santo sacerdote, aquel que nos enseñó a pensar como Cubanos,
creando un proyecto de identidad propia cubana, como fundamento para la futura libertad de su
patria. 

Curiosidades Varelianas: La música como instrumento de crecimiento espiritual.
Es de todos conocido que las tías del Padre Varela eran amantes de la música, tocando el piano y
el órgano, y él mismo era un buen ejecutante del violín, participando además en la Fundación de
la Sociedad Musical Santa Cecilia de La Habana en 1816. Durante su viaje a España, para asumir
como Diputado a Cortes, participó en las tertulias nocturnas junto a otros tripulantes de la
Purísima Concepción, nave que los conducía a la Península, tocando el violin que siempre lo
acompañaba. Luego de disolverse las Cortes, con la restauración del Absolutismo de Fernando
VII, al huir a Gibraltar, desde donde se dirigió junto a sus compañeros diputados a los Estados
Unidos, a su lado iba su violin, que nunca abandonaba, que le servía para reparar las energías
empleadas en los deba-tes y disputas legislativas. Al asumir su ministerio pastoral, primero en la
iglesia de Saint Peter, y luego en las de la Christ Church (1827-1835) y la Transfiguración (1836-
1853), no perdió occasion en alimentar el espíritu de sus feligreses, en su mayoría pobres e
incultos irlandeses, a través de los conciertos de música sacra que organizaba con el objeto de
financiar los asilos de huérfanos y auxiliar a los pobres de la ciudad. Fueron varios los Oratorios
y conciertos de música sacra que se desarrollaron en sus iglesias, donde participaban destacados
Ecos Varelianos
Boletín Mensual de la Fundación Padre Félix Varela de Miami.

ecosdevarela@gmail.com

Serie VSD Abril 2025 No.
2

Boletín.- artistas de la Ópera italiana, entre los que se hallaban Madame Otto, el matrimonio de los De
Begnis, Madame Eufrasia Borghese, el libretista de las óperas Don Giovanni, La Nozze de
Figaro y Cosa fan tutti de Mozart, Lorenzo Da Ponte, el Signor Fabj, la Signora Maroncelli, los
instrumentistas William R. Bristow, Whœning, Thibault, Aupick, y otros destcadísimos músicos
y cantantes de la época.
A través de la música, con obras de Haydn, Mozart, Zingarelli y otros compositores, Varela
alimentaba el espíritu de sus feligreses, tocaba su sensiblidad y movía en sus corazones la
necesidad de acercarse a Dios, que había inspirado a esos autores y a sus ejecutantes a dar lo
mejor de sí. Alguien podrá pensar que con hambre y miseria la música no produce efecto, pero
sí, la música podía saciar su hambre y sed de Dios, y mover sus corazones a dar de lo poco o
mucho que tenían para ayudar a otros más necesitados. La evangelización no es solo una
cuestión de doctrinas, sermones y prácticas religiosas, la música, el arte, la pintura y todas las
expresiones artísticas pueden mover los corazones de los que buscan a Dios.

Deshaciendo entuertos: ¿Realmente el Padre Varela fue uno de los más importantes teólogos de la Iglesia Norteamericana de su época?

A los Cubanos nos gusta pensar, que a pesar de haber nacido en una pequeña isla del Caribe
muchos países deberían envidiarnos por los aportes que hemos hecho, al expresar con orgullo
que el primer ferrocarril de Hispanoamérica -incluyendo la propia España-, se estableció en
Cuba; que el primer televisor en colores se vio en La Habana; que el primer teléfono se usó en
nuestra patria, y así mu-chas otras cosas relevantes sucedieron en nuestra tierra, por lo que nos
sentimos muy orgullosos.
Pero curiosamente, cuando se dice que el Padre Varela fue uno de los teólogos más importantes y
destacados de la Iglesia Norteamericana de su época, nos parece excesivo e increíble. Nuestro
chauvinismo y manía de grandeza cuestiona esa verdad, considerándolo imposible o
inimaginable. En primer lugar, es importante hacer notar que antes de salir de Cuba hacia
España, ya el Padre Varela había alcanzado en Noviembre de 1808 el grado de Licenciado en
Sagrada Teología, en la Universidad de San Jerónimo de la Habana.
Es comprensible la incapacidad de entender su condición de destacado teólogo de la Iglesia
nortea-mericana, por la ignorancia que existe al respecto, imaginando que los Estados Unidos de
su época eran lo que hoy son, en toda su grandeza y poderío. Para entenderlo necesitamos
comprender que cuando los Estados Unidos de América alcanzó su independencia en 1776, solo
estaban compuestos por las llamadas Trece Colonias inglesas, ubicadas en la costa este del
inmenso continente norteño. Al arribar Varela en 1823 a Nueva York, solo se hallaban
incorporados veinticuatro estados, que no alcanzaban el territorio que hoy ocupan, y la
minoritaria Iglesia Católica -en medio de una inmensa cantidad de iglesias protestantes de

diversas denominaciones-, solo estaba formada por la Arquidiócesis Primada de Baltimore y
otras cinco diócesis sufragáneas suyas: Nueva York, Bardstown, Boston, Filadelfia y Charleston.
Al celebrarse el Primer Concilio Provincial de Baltimore en 1829, el Padre Varela en su
condición de Vicario General, asistió como Apoderado del Obispo John DuBois, de viaje por
Europa. Y aun-que la situación era algo nuevo -incluso para los Obispos-, le fue negado ejercer
como tal, por lo que no pudo usar el derecho de voz y voto en las decisiones de los Obispos, pero
sus aportes entre los pocos teólogos asistentes fue muy importante. Luego en el Sexto Concilio
Provincial de Baltimore, celebrado en 1846, Varela participó como teólogo por la diócesis de
Nueva York, elegi-do por el Obispo DuBois.
A esto se une que entre 1830 y 1832 se celebraron en Nueva York y Filadelfia debates teológicos
entre católicos y protestantes, donde Varela junto a los Padres John Power y Thomas C. Levins,
se enfrentaron públicamente con un grupo de predicadores y ministros protestantes, en los que
quedó claramente demostrada la falsedad de los ataques anticatólicos, al defender la doctrina
católica, que no solo se realizó en esos debates, sino también en los artículos publicados por ellos
en las diversas publicaciones que representaban la opinion católica, como el The Truth Teller, el
The Catholic Observer, The New York Catholic Register (todos de Nueva York), el The Catholic
Herald (Filadeldia), The Jesuit or Catholic Sentinel (Boston), y el The Catholic Telegraph
(Cincinnati, Ohio), entre otros. A estos se une un periódico fundado y editado por el Padre
Varela, que combatió enérgicamente al periódico The Protestant, titulado The Protestant’s
Abridger and Annotator.
Como se puede apreciar, el Padre Varela era conocido por todos los Obispos norteamericanos, no
solo por ser Vicario General de la diócesis neoyorquina, por su activa participación en los Conci-
lios Provinciales y en los debates teológicos frente a los protestantes, o por la energía con la que
defendía a la Iglesia Católica y su doctrina, como teólogo de altos quilates, por lo que en 1841, el
Mount Saint Mary’s Seminary, a propuesta de su exRector y Obispo de Natchez, John J.
Chanche, se le concedió el título de Divinity Doctor o Doctor en Sagrada Teología, que solo era
otorgado a teólogos, que en su mayoría eran Obispos. Para ilustrar esta afirmación, tenemos que
a la muerte del Padre Varela en 1853, solo existían veintiuna diócesis católicas, cuando hoy
existen ciento noventa y seis diócesis y arquidiócesis; en tanto solo había treintiún estados
incorporados a la Unión, frente a los 50 estados, un estado libre asociado (Puerto Rico) y varios
territorios bajo su administración, como Guam, Islas Vírgenes norteamericanas, y otros enclaves.
De donde se des-prende el orgullo que debemos sentir los Cubanos de contar entre nuestros
compatriotas a uno de los más importantes y destcados teólogos de la Iglesia Católica
Norteamericana.

Iconografía Vareliana: La más conocida imagen visual del Padre Varela.
La imagen más conocida del Padre Varela, vestido con hábitos
clericales, apareció por primera vez en el periódico habanero,

El Museo, Semanario Ilustrado de Literatura, Artes, Ciencias y
Conocimientos Útiles, en su número del 1ro de julio de 1883.
En ella se ve a un Varela joven de unos treinta y tres años, edad
en que luego de ser electo Diputado a las Cortes Españolas por
la proposiones o copias por otros autores, como es el caso del pintor san-
tiaguero Federico Martínez Matos, que se halla expuesta en el
Palacio de los Capitanes Generales de La Habana, y la litografía
realizada por el pintor José Miguel Melero Rodríguez,
reproduci-da en el periódico El Fígaro de La Habana, del 12 de
noviembre de 1911.Frases y Pensamientos del Padre Varela.

-La Impiedad en el cuerpo social destruye todos los vínculos del aprecio, y a la manera de un ve-
neno corrompe toda la masa y da la muerte. El honor viene a ser un nombre vano, el patriotismo
una mascara política, la virtud una quimera y la confianza una necesidad. [Cartas a Elpidio]-La Amistad es el bálsamo del desconsuelo, y la comunicación de ideas, el alivio de las almas
sensibles. [Cartas a Elpidio]-Es tan frecuente entre los hombres encubrir cada una de sus verdaderas intenciones y carácter,
que la persuasion general de que esto sucede, parece que debía ser un preservativo para evitar
muchos engaños en el trato humano. [Máscaras Políticas. El Habanero]-Otro signo para conocer [a] estos especuladores es que siempre están quejosos, porque saben
que el sistema de conseguir es llorar. Pero ellos lo hacen con una dignidad que da a entender que
el honor de la Patria se interesa en su premio, más que su interés particular. [Máscaras Políticas.
El Habanero)

Nota del Editor:

Le pedimos a todos los miembros asociados a la Fundación Félix Varela de Miami, a los
interesados en conocer la vida y obra del santo sacerdote, y a todos los Cubanos a los que le
gustaría infor-marse sobre el Venerable Siervo de Dios, Padre Varela, que compartan esta
vincia habanera. Se ignora el autor de ella, y de dónde fue tomada, pues evidentemente no fue realizada en 1883 en que fue reproducida en el periódico habanero, sino que debe haber sido
realizada entre 1821y 1823. De esta imagen se han hecho varias
versiones o copias por otros autores, como es el caso del pintor
san-iaguero Federico Martínez Matos, que se halla expuesta en
el Palacio de los Capitanes Generales de La Habana, y la
litografía realizada por el pintor José Miguel Melero Rodríguez,
reproducida en el periódico El Fígaro de La Habana, del 12 de
noviembre de 1911.

publicación con familiares y amigos, y si quieren recibirlo directamente, pueden escribirnos al
email: ecosdevarela@gmail.com, y con gusto se los haremos llegar, y le agradeceríamos nos
comen-taran sus impresiones sobre la información que publicamos, sus sugerencias sobre temas
que les gustarían

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